Dos en una

Él voló su cabeza en pedazos
ese jueves que ella no quiso jugar
la ruleta rusa que significa amar.
Ella sigue añorando los años,
ahora sabe que es imposible ganar
si no está dispuesta a arriesgar.
Él está saboreando el fracaso
en un vaso de vidrio en la barra de un bar
esperando ese trago que lo haga olvidar.
Ella sigue adelante
y no le va tan mal,
pero tiene una herida que no va a cerrar.
Él se abraza a sí mismo en el baño,
vomita bronca y angustia de años
y en las paredes deja sus nudillos.
Ella siente que está vacía
cansada de ver pasar los días,
abre la caja y mira el anillo.
Él limpia sus manos y también su boca
(perdió el reloj donde ya era hora)
vuelve a la barra y pide uno mas.
Ella sonríe, y vuelve a ser ella,
lo toma en sus manos, lo besa,
y, sonriente, lo vuelve a guardar.

Él sigue borracho...
Ella sigue sola...

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