Au Revoir

Que bien le cuadra a mi beso
El contacto con tu boca de almíbar.
Que bien se acomoda tu cuerpo
entre mis sábanas blancas y mi vida.
Que bien le sientan a tu esencia los aditivos:
El cigarro entre tus labios húmedos
Y mis dedos en tu espalda abriendo caminos,
Y el brutal lenguaje de las miradas,
Y el sutil juego del destino.
Que bien nos quedan los cabellos mezclados,
Mientras los dos, desnudos y solitarios,
Nos recorremos con las manos
Cada rincón, cada guarida,
Desde tus sienes a mi sexo,
Desde la paz a tus costillas,
Y los lunares y los besos
Y tu ropa por toda la cocina.
Que bueno sentirnos y liberarnos,
Y donde todos se juntan para separarse,
Nosotros nos separamos para juntamos.
Que bien se escriben mis versos en tu piel
Después del cartón, el amor y el café.
Que bien hemos viajado otra vez,
Apenas con un movimiento
Hablamos con el aire y nuestros cuerpos,
Y despegamos del parquet.
Que bien me hace germinar bajo tu lengua
Y en tu pubis florecer.
Que bien me sienta esto de ser y no ser feliz,
Que bien me hacen tus visitas de musa y de meretriz,
Que bien que el reloj no nos importe ni nos lastime,
Que bien le quedan a tus muslos mi amor libre,
Que bien aceptas mis patológicas llegadas tarde,
Que bien que estos fuegos nunca se apaguen
(que mal que me hagas extrañarte),
Que bien demoras la llegada del Sol,
Que bien haces el amor...
y que bien que lo deshaces.