No sé nadar

Sigo hundiéndome en el fondo de tu alma,
ahogándome en mi propio destino.
No puedo respirar, la desesperación me gana,
todos mis gritos se ahogarán conmigo.
Me equivoqué: pensé que hacía pie
y terminé perdido en tus profundidades.
Me dieron vuelta las olas de tu ser,
y ahora ya no puedo oxigenar verdades.
Mi cuerpo es calambre desde mis entrañas,
mis pulmones se llenan de tu frío.
Mi corazón se convirtió en un vaso de agua
a la deriva en tu mar de olvidos.

Y yo... no sé nadar,
nunca aprendí a flotar en lágrimas de sal.
No me cansaré de abrir mis brazos
pero no voy a patalear por nada.

Si yo... no sé nadar,
y tampoco me gusta hacer la plancha.

Yo... no sé nadar...

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