Antinacionalismo

Yo no puedo amar
a una bandera,
por todo
lo que ella representa:
dolor,
guerra,
sangre y violencia.
Yo no quiero cargar
en mi conciencia
tanta muerte,
en su creación
y su defensa.

Yo no puedo respetar
una frontera,
si se mueve
o se corre
o se implanta
por un grupo con poder
a conveniencia.
Yo no quiero
que una me detenga
si la cruzo
siguiendo una creencia.

Yo no puedo amar
si no respeto,
y el respeto como tal
debe ser mutuo;
una es mordaza
y vendas en los ojos,
otra la llave
que da vuelta en el cerrojo,
ambas son la libertad
del calabozo.

Yo no quiero repetir
esa enseñanza.
Yo no puedo enseñar
si no lo entiendo:
el orgullo de morir
por la fe ciega,
el deber de matar
en competencia
por el nombre
de una patria traicionera.

Yo no quiero que alguien
me condene,
porque yo
no condeno a nadie.
No creo en civilizaciones
y barbaries,
y no existe
esa guerra amable.
Quiero hacer
las cosas porque quiero,
no me quedo
porque alguien me lo ordene.

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